El outsourcing tecnológico es una práctica empresarial en la que una organización subcontrata servicios y funciones relacionadas con la tecnología de la información y las comunicaciones a un proveedor externo. En este modelo, la empresa confía la gestión de ciertos procesos, proyectos o actividades tecnológicas a especialistas externos en lugar de realizar esas tareas internamente.
Los servicios de outsourcing tecnológico pueden abarcar una amplia gama de actividades, incluyendo el soporte técnico, el desarrollo de software, la administración de sistemas, la gestión de redes, la ciberseguridad y otros aspectos de la infraestructura y operaciones tecnológicas. La decisión de optar por el outsourcing tecnológico puede estar motivada por la búsqueda de eficiencia, reducción de costos, acceso a habilidades especializadas o enfoque en las competencias centrales de la empresa contratante.
El outsourcing tecnológico permite a las organizaciones concentrarse en sus actividades principales mientras aprovechan la experiencia y los recursos de proveedores externos para manejar aspectos específicos de su infraestructura y operaciones tecnológicas. Sin embargo, también implica una gestión efectiva de la relación con el proveedor y la seguridad de la información para garantizar el éxito y la integridad de los servicios externalizados.